El 2020 apuntaba maneras, todo estaba yendo medianamente bien. Después de una etapa dura de colegio, de muchos cambios en casa, con nuevo equipo de fútbol con la niña más mayor, que ya está haciéndose una adolescente... la mediana pedía su tiempo. Se lo estábamos dando con tan mala pata, y nunca mejor dicho que una torcedura en Educación Física llegó a tenerla con problemas durante más de dos meses y medio con revisiones rutinarias, de las que nadie nunca preguntó. La niña debutó a un solo día de encerrarse por ya más de dos meses, mañana hará sesenta días que estamos en casa. Hemos salido de casa en estas semanas para comprar y a nuestros ya permitidos paseos cerca de casa. Tenemos la gran suerte de tener espacio. Tenemos la suerte de saber disfrutar del hogar, de pasar tiempo juntos, de buscar cosas en casa, de investigar, leer, dormir, jugar, hacer deberes... a pesar de las no pocas dificultades educativas que se plantean. En términos generales, con un hij@ sería sencillo pero con tres AES una tarea imposible para continuar con la batería de trabajo que nos dan para trabajar. Si los profesores dicen tener carga, no se hacen a la idea de una familia numerosa; pero claro... debemos hacer el trabajo que para eso son NUESTROS... pero si, esos nuestros pero no somos maestros, aunque bien podré convalidar mi tarea de madre con la de profesora por todo el esfuerzo que se tiene que hacer...
Al principio fue bastante difícil la situación en casa, ha sido una experiencia y está siendo... peculiar... nos dedicamos a “coles” durante todo el día, mañana y tarde y si acaso, también el fin de semana. Recopilamos tareas y más tareas, el móvil tiene en la galería 3000 fotos sin salir de casa. Hacemos deporte, manualidades, matemáticas, lengua, vemos vídeos educativos, series, manejamos varias apps, la mayor ya me pilla demasiado lejos de todo, menos mal que es independiente y su profe dice que es trabajadora... todas lo son!!!
La vida para nosotros ha sido una montaña rusa en este tiempo Papá estuvo sin trabajo, también volvía a medias y con mucha incertidumbre, ahora la cosa parece estar... que no es poco. Las niñas están TAN FELICES DE DAR CLASE EN CASA... Cuando alguna ha sufrido no tener esa ansiedad les libera. La pequeña es un alma libre, es muy protectora con su primo, y ahora solo sufre por no estar con él en el cole. Nombra a sus compañeros pero no tiene la noción de que sean sus “grandes amigos” ella aspira a ser amiga de todos menos de quien la pegue. Mi mediana echa mucho de menos a sus amigas pero no el cole, aún tiene pendiente disfrutar mucho. Y la mayor, arde en deseos de volver a hacer deporte. Estaba comenzando a disfrutar tanto... que acabar de manera prematura le ha sentado fatal.
Durante muchos días no salimos de casa, cada 10 días iba a comprar comida y solo se podía disfrutar de VITAMINA Den nuestro jardín, del que la que más está disfrutar Minnie, que se sienta querida como nunca, 24 horas de compañía sin parar, para jugar, salir al jardín, ver a las niñas sin parar, y también aguantar a la pequeña y sus “mimos” todo el día. Es tan buena que aguanta ser un unicornio 🦄 en el jardín, de correr por la pelota( algo que no le ha gustado mucho... ha conocido a su NUEVO MEJOR AMIGO tras la valla y corren valla arriba y abajo los dos perros 🐕 felices. Hace un par de semanas , comenzamos la famosa desescalada y por fin teníamos permiso para pasear durante 1 hora, en una determinada franja horaria con tan mala ojo que la mayor ya es “adulta” y ya tenía permiso para hacer recados( pero no puede ir en el coche, así que no tenía permiso para pasear. Su única opción era la de pasear a Minnie sola y sin nosotras. Esta semana ya la han dejado hacer deporte, dentro de la localidad y corre varias veces a la semana. Así seguimos pasando los días y mientras en algunos sitios pasan a fase 1, aquí no lo hemos hecho bien y suspendemos, seguimos un paso atrás hasta que consideren que estamos preparados. Económica y socialmente va a ser un desastre.
Pero si bien se aplaudía a los sanitarios todos los días a las 8, todos eran solidarios, todos parecía que íbamos a ser mejores personas... nada más lejos de la realidad. En cuanto se puede la gente deja de cumplir las normas a pesar de que muere mucha gente, y sobre todo nuestros mayores, las personas que antes lo dieron todo para dejarnos lo mejor que pudieron ofrecernos, tantas cosas vividas, luchas... ahora solo era cuestión de hacerlo bien y yo creo que vamos a aprender muy poco. Esos que dicen que van a cambiar dus pisos en el centro por una casa en el pueblo no lo harán por que lo que les da la cuidad van a echarlo de menos una vez acabe esto. Los que aplauden hoy a los sanitarios serán los que mañana irán a exigir de nuevo una mejor atención o incluso buscarán los seguros privados a pesar de que todos digamos que hay que seguir luchando por la sanidad pública...Todos los que dicen de una casita en el pueblo seguirán teniéndola como segunda opción y no como el lugar donde vivir, donde tener a sus 👶🏼... los bares seguirán apestados de gente y seguirán comprando en grandes almacenes, a pesar de que los que mejor servicio nos están haciendo llegar sean nuestros pequeños y costosos pequeños negocios.
Todos hablan de que el deporte ya no merece la pena pero olvidan cuantos han hecho con esos deportistas sus ejercicios en confinamiento... cuantos entrenamientos personalizados han hecho para todos, como han sido solidarios. Como no se han quejado de ninguna medida... a pesar de que todo su trabajo es el cuerpo y han ido de 100 a 0 y volver a su forma física y a ser lo que eran le llevará un gran esfuerzo. Estoy tan segura de que no vamos a aprender, que incluso me da pena, por que realmente dentro de todo lo malo algo bueno podíamos sacar, hay tantas vidas y familias destrozándose que es algo que debería hacernos 🤔 pensar, pero cada día viendo como se saltan las normas sin importar nada...
