FUTBOL Y NIÑAS

Llevo muchos días intentando hacer una entrada con una de las cosas que más tiempo y quebraderos de cabeza hay en esta casa, llena de niñas, pero con gustos bastantes particulares. La primogénita siempre ha sido especial, a pesar de que la gente no lo vea con tanta claridad, en esta casa, lo vemos a diario.

Desde los 6 años practica fútbol, y ya son 12 años los que tiene. Todos los años tenemos que emplearnos a fondo, por que no suele ser fácil. Para empezar diré que de chiquitina alguien vió que sería muy bienvenida en cualquier equipo y probamos. No hubo suerte ese año por que con los nervios conseguimos traernos a casa una gastroenteritis, y decidió no ir. Pero lejos de dejarlo, tuve que ir a observar a sus amigos del cole jugar y entrenar. Al año siguiente dijo que solo iría si era con sus amigos del cole. Ya era tarde para jugar, pero explicandoselo, entendió que solo podría ir a los entrenamientos. Un año entero sin faltar ni uno solo y ya en la temporada siguiente fue una mas en el equipo de pleno derecho. Cual fue la sorpresa... que tenía capacidades para ser portera, jugar... y ser niña incluye poder jugar con niños menores que ella. La idea sería buena, pero la diferencia de capacidad entre ella, y los niños mas pequeños era grande, con lo que decidí que no estaba bien que jugase con 8 años en la categoría de 6, entre otras cosas por que tenía que golpear la pelota con cuidado por que podía hacerles daño. Mi decisión era seguir con sus amigos y sus entrenadores que eran maravillosos, al final, alguien no lo entendió. Tuvo( por que yo no dije nada) una actitud para mi intolerable gritándome, increpandome, y su intención era entrenarla el año siguiente, castigando a mi hija en el banquillo, por que según él, nadie le hacía esos desprecios y la consecuencia sería que la niña lo pagase. Y eso incluía un tono alto y amenazador, delante de los niños. Decidí irme al finalizar la temporada. Pero para ser honesta, al final, decidimos irnos antes. Durante toda la temporada a mi hija la dijeron que no podán darle equipación de portera por que no tenían talla para ella, asi que mi hija era la única portera del club que llevaba su propia ropa para los partidos. Cuando empezaron a jugar los mas pequeños, ví la preciosa equipación en el niño más pequeño( que bien podría ser la talla de mi hija) así que ese día que tuvimos un partido, noté que ya era algo personal, y que ella era la despreciada. Sin más, decidí que allí no estábamos siendo tratadas como debiera. Hablé con los papas y sus entrenadores, les expliqué que nos íbamos. Y así fue. Ese año fue la primera vez que ví que no iba a ser nada fácil.

El año siguiente buscamos donde irnos, mi hija es tremendamente introvertida y desconfiada, la idea era conocer todas las opciones que había. Fuímos a ver varios clubs, pero lo que parece tán fácil, o debe ser fácil, no lo es.Para empezar en todos los que vimos alguno no nos parecía fácil ir y volver, y sin conocer a ninguna persona del club, era muy dificil ponerse en contacto con alguien. En otros nos atendieron, hasta que en vez de niño, comunicamos que era niña. Nos cogieron el numero de telefono en dos; uno de ellos no nos llamó, el otro nos dijeron que estaba el equipo completo. Al final, hablando con la niña, le dije que lo mejor era ir a ver a quien la vió la primera vez. La explique que si no se sentía segura el primer día yo me quedaba con ella allí, hasta que se sintiese cómoda. Hablamos y no hubo ningún inconveniente. Fuímos y la encontraron sitio enseguida. Ella se sintió bien desde el primer día y aún seguimos ahí por cuarto año consecutivo. En estas casi ya cuatro temporadas hemos tenido de todo, tanto por ella, como por padres, compañeros, entrenadores... a fin de cuentas es muy difícil tratar con niños, y también con los "papás" de todos esos niños. Gracias a que es tremendamente feliz jugando, todas sus dificultades se van reduciendo, y tiene una carácter que incluye una alta capacidad de empezar de cero cada día. Está aprendiendo a luchar con su poca tolerancia al fracaso, por que no todo sale bien a la primera, nunca ha sido conformista con las cosas y es muy auto exigente, algo que a veces juega a su favor, pero también en su contra. Y en casa hay que explicarle cada cierto tiempo, que aún es tiempo de hacer deporte para disfrutar y sobre todo aprender, que no siempre tiene que estar de acuerdo con las "estrategias" que usan, pero sin embargo tiene que ceder y hacer lo que se la pide. Que no siempre puede jugar en la posición que le apetece por que es un juego de equipo y es su entrenador el que decide, que es muy bueno aprender todas las posiciones para valorar a sus compañeros, para anticiparse y saber que opciones se tienen estando en cada lugar. Es niña, la única de su grupo, pero no hay cosa que mas le fastidie que intenten hacerla de menos, o incluso de más por ello, y decirle que por ser niña hacen o dejan de hacer algo la sienta enormemente mal. Como madre a veces es divertido incluso ver cuanta energía desgasta en ello, y en verse uno más.

Bajo mi punto de vista tiene bastante suerte, como madre, sé y soy muy poco objetiva, creo que lo hace bien y eso la ayuda mucho en que sea muy bien aceptada entre los niños, aunque haya excepciones y hay quien el orgullo no le deja aceptar que ella lo haga igual o mejor que él, pero eso... viene de la buena o mala educación que se le da, o la poca predisposición a hacerlo algo natural. Y sí, esos son los niños que la generan rechazo, que le hacen daño y que mas la desmotivan muchas veces. Yo como madre, en los tiempos en los que estamos es lo único que me genera rechazo, por que lo normal no sería que ella tuviese que lidiar con ciertos comentarios. Pero incluso esos, serán los que mas fuerte la van a hacer. Y de no tenerlos sería más fácil, pero con ello también va a aprender a superar barreras. Y en ello tiene y cuenta con la suerte de tener entrenadores( suyos o de cualquier otra categoría de su club) muy volcados en que esté protegida de esas cosas. Estoy muy orgullosa de estar en un club, donde con mayor o menor acierto todos los niñ@s son bienvenidos, y a todos se les da la oportunidad de jugar, de aprender y sobre todo disfrutar. Este año, alguien le dijo a mi hija, un día de esos que ella tiene malos, que allí no se iba a llorar, a veces las cosas salen bien y otras mal, pero la actitud siempre es la de pasarlo bien. Y aunque no es lo mas importante, competir al final siempre debe de ser el objetivo, siempre dentro de las posibilidades del grupo al completo, pero en la vida siempre hay que competir e intentar superarse a uno mismo, y el fútbol, como en todo deben y pueden enseñarles el valor del esfuerzo. Gracias a ello, mi primogénita, no tan capaz en los estudios cada día mejora mucho más, y a diferencia de lo que se recomienda, cuanto mas desgaste físico tiene mejor emplea el tiempo que le sobra para estudiar. Cuantos mas cansada acaba el día mejor atención puede poner a la hora de sentarse. Esta semana en su tutoría yo iba pensando que después de entrenar casi todos los días, iba a bajar sus notas, y todo lo contrario. Ha mejorado bastante, su profesor, que también es uno de esos que ayudan, valora su mejoría en esfuerzo, lo ordenado que lleva las cosas, entregar sus trabajos en el tiempo, lo constante que es...y por contra, algo muy de ella que es su negatividad, así que seguiremos trabajando en ello. Pero el fútbol a pesar de que nos emplea muchísimo de nuestro tiempo, incluso el de sus hermanas, hará que valore todo, y como madre si sigue así, lejos de dejar las cosas a medias, lejos de no hacer nada, estará siempre empleándolo en cosas positivas para ella, y a mi, que nunca pude, me encanta que ella lo haga y tan bien acompañada. Para sus compañeros, hoy en día es muy complicado encontrar una niña en el grupo, y en estos tiempos donde está de moda el feminismo, el machismo, el hembrismo y todos estos movimientos reivindicativos, de los que yo desconozco muchos de ellos y no sabría distinguir, ella va a ayudar a que esos niños miren con otros ojos, valoraran a las niñas, a sus madres, mujeres, etc... y eso es muy enriquecedor, aunque no lo vean ahora, en el futuro espero que se acuerden de ella de manera positiva, y espero y deseo que les sirva en algún momento. De hecho, con estos años los niños mas reticentes son muchísimo mejores con ella, aunque también cambian con la edad, lo normal es lo contrario, y yo cada vez veo que va a mejor. Y auqnue es muy extenso, otro día escribiré, las dificultades de encontrar salidas cuando las niñas ya no puedan jugar con niños, que dentro de poco será lo que mas miedo me da.